RESEÑA
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Vista de la Casa Góngora |
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La Casa Góngora es sumamente importante para la memoria
histórica de Panamá pues es la casa mejor conservada del Periodo Colonial. A
pesar de sus muchas remodelaciones a través de los años se mantiene
relativamente fiel a su diseño original. Un cambio notable que recibió su
fachada es que los dinteles de los vanos originalmente eran planos y ahora son
de arco de medio punto. La separación entre sus vanos también cuenta una
historia pues determina lo antigua que es; ya que, en 1800 los vanos estaban
más separados que en 1900 por cuestiones de espacio entre las construcciones.
Un detalle interesante son los diseños que hacen alusión a perlas y conchas que
se encuentran en el interior de la casa sobre algunos vanos. Estos detalles
fueron hechos para que la casa estuviera personalizada a su dueño original;
Pablo Góngora de Cáceres un conocido negociante de perlas. Afortunadamente, para
las últimas reconstrucciones se pudo reutilizar parte del material original en sus
balcones con armadura de par e hilera y la losa de ladrillos y argamasa. Hoy en
día está abierta al público y se utiliza como Casa del Museo de la Pintura
Panameña. Su importancia recae en que nos permite visualizar la casa colonial
de élites de una manera concreta y objetiva, sin especulaciones ni
idealizaciones.
HISTORIA MÁS DETALLADA DE LA CASA GÓNGORA
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Dintel con diseño de concha |
La Casa Góngora fue construida originalmente en 1760; está
localizada en la Calle 4ª Este y Avenida Central. Es de gran importancia
histórica pues es la casa mejor conservada del período colonial en Panamá y
conserva muchos de sus elementos originales; toda la arquitectura anterior a la
Casa Góngora fue perdida. Su nombre se piensa que proviene de Pablo Góngora de
Cáceres un conocido negociante de perlas y miembro del Cabildo capitalino. Se
sabe que él poseía una casa en este sector que se quemó en 1756 y reconstruida
poco después. Con el tiempo, la propiedad (que inicialmente era más grande,
pues incluía los dos solares colindantes), pasó a manos de la iglesia. A raíz
de la Ley de Amortización de 1881 la casa fue subastada y adquirida por el
conocido inversionista Agustín Arias Pérez. Tras su muerte, se hizo una
remodelación parcial de la planta baja, único cambio notable desde su
construcción. Al avanzar el siglo XX, la casa decayó y fue convertida en una casa
de inquilinato, aunque las reformas que se hicieron fueron mínimas. La
propiedad fue vendida por última vez en 1985, su nuevo dueño inició una
remodelación radical, pero afortunadamente la obra se pudo suspender antes de
que se perdiera la casa; de hecho, en 1987 como parte de la remodelación su
cubierta fue removida y la casa amenazaba con perderse.
Afortunadamente después de los años que permaneció la casa
sin cubierta, no se perdió por completo y luego de una campaña pública a favor
de su restauración en 1994 la Presidencia de la República decretó su
expropiación. En 1995, a raíz de la gestión de la Alcaldesa de Panamá, Mayín
Correa, la casa fue traspasada al Municipio de Panamá. En 1996 se instaló un
techo provisional de metal, y los elementos más importantes del balcón fueron
desmontados y guardados, en ese año también se conforma el Patronato de Amigos
de la Casa Góngora para brindarle apoyo a la gestión alcaldicia. En 1997 se
llevó a cabo una prospección arqueológica y varios análisis patológicos de las
paredes, en ese año también se terminaron los planos para la restauración. En
1998, la República Federal de Alemania donó B/.78,000 para la recuperación del
techo y el primer alto. Las obras de restauración se iniciaron en agosto de
1998.
El edificio tiene su planta en forma de C y mide 12.6x21
metros o 3x5 lumbres; las lumbres son los vanos en la fachada de una
edificación. La separación entre los vanos determina qué tan antigua es la casa
pues las casas de 1800 tenían sus vanos más separados que aquellos de 1900. La
repartición de sus vanos es algo irregular y a finales del siglo XIX fueron
modificados todos menos uno de los vanos de la planta baja. Hoy en día los
vanos tienen dinteles de arco de medio punto pero originalmente eran planos.
Los vanos de la parte alta todavía conservan sus arcos abocinados en forma de
concha y sus antiguas puertas de clavazón (conjunto de clavos) con ventanillas
y agujeros de ventilación en cada hoja. Se conserva también una ventana con su
reja original de madera. Es la única casa en la ciudad que conserva sus
espacios interiores del siglo XVIII. Los balcones con armadura de par e hilera
y la losa de ladrillos y argamasa (tipo de mortero) son reconstrucciones de
aquello que existió antes de 1987 pero se pudo reutilizar parte del material
original para ellas. Llegó a ser un museo por mucho tiempo, y finalmente se la
han dado a la Fundación Olga Sinclair para que la administre. Hoy en día es la Casa
del Museo de la Pintura Panameña. La Casa Góngora nos permite visualizar la
casa colonial de élites de una manera concreta y objetiva, sin especulaciones
ni idealizaciones.
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