Ana Paola Pirro
Este
edificio inspirado en el renacimiento italiano fue ideado por el ingeniero George
W. Goethals para 1912, inicialmente para servir como hogar del Administrador
del Canal. Ya a lo largo de la construcción, notándose su ostentosidad y
tamaño, se decidió usar como albergue a todo trabajo y actividad relacionada al
canal. Fue
inaugurado en lo alto de una colina a las faldas del Cerro Ancón a un mes de la
inauguración del Canal de Panamá, el 15 de julio de 1914.
Contando con una vista privilegiada hacia Balboa y sus
alrededores, es un edificio que ha sido el escenario de grandes recuerdos
panameños. Teniendo un área perimetral diseñada para enaltecer con cada detalle
este edificio, brinda gran importancia no solo a la estructura como tal, sino a
las miles de personas que formaron parte de la creación, desarrollo y más tarde
funcionamiento del canal interoceánico. La gran escalinata, localizada hacia la
entrada posterior del mismo, cuenta con dos dichosas vistas. La primera es
hacia el monumento construido en memoria al ingeniero Goethals en 1954. Dicho
monumento erigido en mármol blanco representa en altura a la profundidad de las
esclusas del canal, además de contar con tres volúmenes que sobresalen del
mismo a cada lado con los nombres, Gatún, Pedro Miguel y Miraflores. Y segundo,
la gran plaza rodeada en palmeras cuenta con el largo exacto de las presas que
conforma el canal. Debo de hacer referencia a estas vistas por su gran
flexibilidad de usos que se le han dado. Cada año se dan conciertos utilizando
las escalinatas como gradas, cuando no hay lluvia se logra apreciar la gran
cantidad de personas ejercitándose, haciendo tardes de picnic o familias deslizándose
en cartones cuesta abajo la colina. En otra ocasión la reconocida artista
panameña Olga Sinclair creo un evento de arte, en el cual cientos de jóvenes se
reunieron a pintar frente a dicho edificio. Y por último, el 31 de diciembre de
1999 a las 12 del mediodía, se vio rodeado por miles de personas que lograban
divisar, por primera vez, la bandera panameña ondeando frente al edificio de la
Administración del Canal. Celebraban eufóricamente la entrega del canal a manos
panameñas.
Dichas son fachadas que han
vislumbrado la caída y renacer de la patria. Son los muchos acontecimientos que
han rodeado este lugar lo que hacen del edificio de la Administración del Canal
sinónimo de felicidad y buenos recuerdos. No es la pesada estructura de
concreto divisada a lo alto lo que tanto importa, sino como el panameño lo ha
tomado como suyo respetando lo que significa y enalteciendo día a día lo que
representa para el país.
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