Este edificio fue construido en el año 2013 y se certificó como platino, en el aval de liderazgo en energía y diseño ambiental que otorga el consejo de edificios verdes en Estados Unidos.
Proyecto ubicado en Ciudad del Saber, área a la cual una vez llamamos, zona del canal. Este lugar cuenta con una gran vegetación. Gracias a su administración y estrictas normas se ha conservado de tal manera que su desarrollo no ha afectado de forma significativa al contexto del lugar, como ocurre en Paitilla.
No conocía este edificio hasta el año 2017, cuando ya estaba cursando mi carrear de arquitectura y a medida de que iba adquiriendo una madures arquitectónica comencé a apreciar, a criticar y a ver de forma distinta cada edificación. Cuando vi por primera vez los dormitorios de Ciudad del Saber, se me hizo tan interesante que no pude evitar las ganas de recorrerlo; un pasillo líneas en cada nivel que conecta con los distintos bloques del edificio y una piel metálica que la protege del sol y la lluvia, pero permitiendo el paso del viento. Es una edificación que se adapta casi de forma perfecta con la naturaleza. Aislándonos de la dependencia de los aires acondicionados ya que bien se puede habitar una habitación sin esté. Creando un habita ameno para el usuario y una conexión del mismo con la naturaleza.
Esta clase de edificios nos muestra que se puede hacer una arquitectura bonita, climática y correcta beneficiando al medio ambiente sin caer en el egocentrismo de crear un edificio feo, sin función, ni utilidad, que solo trae caos. Convirtiéndose en la piedra que cae sobre Panamá afectando aún más a la ciudad, al usuario y a la naturaleza. Es hora de convertirnos en la solución y no en parte del problema.
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